EUROPA
PRESS
11 octubre
2019
Investigan
los microbios intestinales para que los alimentos procesados sean más
saludables
Un nuevo estudio de la Facultad de
Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis
arroja luz sobre cómo los microbios intestinales humanos descomponen los
alimentos procesados, especialmente los procesos químicos potencialmente
dañinos que a menudo se producen durante los procesos modernos de fabricación
de alimentos, lo que podría hacer que resultaran más saludables.
Se sabe que comer alimentos procesados como panes, cereales
y refrescos está asociado con efectos negativos para la salud, incluida la
resistencia a la insulina y la obesidad. Ahora, en un estudio publicado en la
revista 'Cell Host & Microbe',
los científicos han identificado una cepa bacteriana intestinal humana
específica que descompone la fructoselisina química y
la convierte en subproductos inofensivos.
La fructoselisina pertenece a una
clase de productos químicos llamados productos de reacción de Maillard, que se forman durante el procesamiento de
alimentos. Algunos de estos productos químicos se han relacionado con efectos
nocivos para la salud. Estos hallazgos plantean la posibilidad de que sea
posible utilizar dicho conocimiento del microbioma
intestinal para ayudar a desarrollar alimentos procesados más saludables y
nutritivos.
El estudio se realizó en ratones criados en condiciones
estériles, a partir de colecciones conocidas de microbios intestinales humanos
y dietas alimentadas con ingredientes alimenticios procesados.
"Este estudio nos da una visión más profunda de cómo
los microbios intestinales metabolizan los componentes de las dietas modernas,
incluida la descomposición de los componentes que pueden ser poco saludables
para nosotros, explica Jeffrey I. Gordon, profesor universitario y director del
Centro Familiar Edison de Ciencias del Genoma y Biología de Sistemas. Ahora
tenemos una manera de identificar estos microbios intestinales humanos y cómo
metabolizan los químicos alimenticios nocivos en subproductos inocuos".
Las comunidades microbianas del intestino humano ven los
alimentos como colecciones de productos químicos. Algunos de estos compuestos
químicos tienen efectos beneficiosos en las comunidades de microbios que viven
en el intestino, así como en la salud humana.
Por ejemplo, el trabajo anterior de Gordon ha demostrado que
el microbioma intestinal desempeña un papel vital en
el desarrollo temprano de un bebé, con microbios intestinales sanos que
contribuyen al crecimiento saludable, la función inmune y el desarrollo óseo y
cerebral. Pero el procesamiento moderno de alimentos puede generar químicos que
pueden ser perjudiciales para la salud.
Dichos productos químicos se han asociado con la inflamación
relacionada con la diabetes y las enfermedades cardíacas. Los investigadores
están interesados en comprender las complejas interacciones entre los microbios
intestinales humanos y los químicos que comúnmente se consumen como parte de
una dieta estadounidense típica.
En el nuevo estudio, los investigadores mostraron que una
bacteria específica llamada 'Collinsella intestinalis' descompone la fructoselisina
química en componentes que son inofensivos. "La fructoselisina
es común en los alimentos procesados, incluida la leche ultrapasteurizada, la pasta,
el chocolate y los cereales, explica Ashley R. Wolf, investigadora postdoctoral en el laboratorio de Gordon. Las altas
cantidades de fructoselisina y productos químicos
similares en la sangre se han relacionado con enfermedades del envejecimiento,
como la diabetes y la aterosclerosis".
Cuando se les alimentó con una dieta que contenía altas
cantidades de fructoselisina, los ratones que
albergaban 'Collinsella intestinalis
'en sus comunidades microbianas intestinales mostraron un aumento en la abundancia
de esta bacteria, así como un aumento en la capacidad de las comunidades
microbianas intestinales para descomponer la fructoselisina
en subproductos inofensivos. "Esta cepa bacteriana específica prospera en
estas circunstancias, destaca. Y a medida que aumenta en abundancia, la fructoselisina se metaboliza de manera más eficiente".
"Las nuevas herramientas y el conocimiento adquiridos
en este estudio inicial podrían usarse para desarrollar alimentos más
saludables y nutritivos, así como para diseñar estrategias potenciales para
identificar y aprovechar ciertos tipos de bacterias intestinales que se ha
demostrado que procesan químicos potencialmente dañinos en inocuos
, prosigue. La conclusión es que pueden ayudarnos a distinguir entre
consumidores cuyas comunidades microbianas intestinales son vulnerables o
resistentes a los efectos de ciertos productos introducidos durante el
procesamiento de alimentos".
Al enfatizar la complejidad de esta tarea, Gordon, Wolf y
sus colegas también mostraron que los 'primos 'cercanos de la 'Collinsella intestinalis 'no
respondían a la fructoselisina de la misma manera.
Estos primos bacterianos, cuyos genomas varían un poco, no prosperan en un
ambiente rico en fructoselisina. Los investigadores
consideran, por tanto, que se requieren estudios futuros antes de que los
científicos puedan identificar y aprovechar las capacidades específicas de los
microbios individuales para limpiar el conjunto de productos químicos
potencialmente nocivos producidos durante algunos tipos de fabricación de
alimentos modernos.